jueves, 23 de abril de 2015

sábado, 18 de abril de 2015

Asturias en la Edad Moderna y Contemporánea

Otra de las líneas del tiemo sobre los  temas de historia que damos en cono.


En la mayoría de los eventos no hay fotogafías debido a un fallo del programa.

Texto teatral

LA PEQUEÑA ISLA
NARRADOR: Érase una vez cuatros amigos. Ellos habían salido a pescar. Pero se encontraron con algo en el camino…
(Entran tres de los personajes, acelerados.)
LAURA: ¡Por fin! (Con tono enfadado)¿Sabéis que llevo media hora esperándoos?
JULIA: ¡Lo sentimos mucho! Tuvimos que llevar a mi perra al veterinario.
ÍKER: Yo tuve que ir a ver a mi abuela, que está pachucha.                                             
ALEX: Yo… pues… es que, me perdí. Fui al otro embarcadero en vez de a este.
(Laura resopló)
LAURA: No sé si creeros… Bueno… anda… Subíos al barco. ¡Que todavía se nos va a hacer de noche! ¿Habéis traído comida?
NARRADOR: El barco era un tanto pequeño, parecía tener ya varios años, ya que estaba un poco desgastado y el color azul que entero le cubría ya casi ni se veía. Tenía una pequeña cocina, y un camarote donde se podía echar una cabezadita. El camarote también era pequeñito y sus paredes estaban recubiertas de madera. En la cama apenas cabía una persona, así que decidieron guardar allí sus mochilas. En la cocina había un diminuto frigorífico, en el que había una botella, ya medio bebida y toda la comida que habían traído los chicos.
ÍKER: ¿Comida? ¡Yo traigo! Y mucha.
LAURA (aliviada): Perfecto. ¡Zarpemos!
(Ya montados en la barca)
JULIA: Oh, oh.
ALEX: ¿Qué pasa? No me asustes.
JULIA: Yo traía comida en mi mochila. Cuando fuimos al veterinario, le compramos a Nora su comida, y yo, en vez de darle la comida de Nora a mi padre le di la mía.
ÍKER: Entonces, ¿tienes ahí la comida de tu perra, no es así?
JULIA: Efectivamente.
ÍKER: Yo traigo, no te preocupes. (Poniéndose a cantar) Don’t worry, be happy…
NARRADOR: Todos al unísono cantaron esa canción. Una vez ya olvidado el tema de la comida, miraban fijamente al agua para encontrar peces.
LAURA: ¿Qué es eso? ¡Mirad al horizonte!
ALEX (Mirando a lo lejos): Es verdad, parece una pequeña montaña.
JULIA: Vayamos.
ÍKER (Con tono asustado): ¿Y si aparece un tiburón?
LAURA: ¡Un tiburón! Jajajajaja ¿Aquí tiburones? Me parto.
ÍKER: Valeee, yo me fio de vosotros. Luego si aparece no es mi culpa eh.
ALEX (Tomando el poder del barco): Ahora seré yo el capitán. Debéis seguir mis órdenes.
(Todos se rieron y tal como él había dicho siguieron sus órdenes.)
JULIA: ¡Rápido, rápido! Me parece ver peces allí a lo lejos. ¿Me pasáis la red, por favor?
LAURA: ¡Claro! Ten, aquí está.
JULIA (Agradecida): Muchas gracias. Abre la caja, he cogido unos cuantos.
ÍKER: Muy bien, chicas.
ALEX: Podéis bajar del barco. Ya hemos llegado a la pequeña ‘’montañita’’. Parece una isla abandonada.
(Todos bajaron del barco y se sentaron sobre la arena.) 
NARRADOR: En la isla había dos grandes palmeras, de tronco muy alto en las que arriba había varias ardillas pequeñas. La arena era blanquecina y muy muy fina. El sol calentaba. El agua era prácticamente cristalina. Además había pequeños riachuelos donde se veían peces pequeñitos de colores.
LAURA: Alex, deberías poner el ancla. Es lo más seguro.
ALEX: Va, da igual. No va a pasar nada. No seas tan protectora.
ÍKER: No empecéis a discutir. Vamos a dar un paseo por la playa.
JULIA (Entusiasmada): Me encantará pasear por aquí.
NARRADOR: Después de haber dado un pequeño paseo por la playa, volvieron al mismo lugar donde habían dejado el barco.
ALEX (Desconcertado): ¿Y el barco?
LAURA: ¡Te lo dije! ¡Pon el ancla, pon el ancla! Y ni caso.
JULIA (Positiva): No os preocupéis. Si cavamos en la arena a lo mejor encontramos algo. Yo empezaré por aquí.
ÍKER: Tú siempre positiva Julia.
NARRADOR: Después de un rato…
ALEX: ¡Chicos, he encontrado algo! Parece ser una caja, y hay una notita.
LAURA (Intrigada): Léela.
ALEX: Para supervivientes: si queréis abrir esta caja debéis ir a la cueva, al lado de la única estalactita que hay se encuentra una llave con la que se podrá abrir la caja.
JULIA: Estaría bien que solo fuese uno de nosotros.
ALEX (Decidido): Iré yo, por culpa mía el barco está allí, en medio de la nada.
ÍKER: Vale, nosotros nos quedaremos aquí. Ve con cuidado. Y no tardes mucho, que nos vas a preocupar.
LAURA (Con prisa): Deberías ir cuanto antes.
(Alex se va del escenario en plan decidido)
NARRADOR: Veinticinco minutos más tarde…
JULIA (Asustada): Me estoy empezando a preocupar por Alex. ¿Y si le ha pasado algo? Uy, uy, uy.
NARRADOR: Después de cinco minutos llegó Alex. Estaba mojado, tiritando, y al llegar cayó en la arena.
JULIA: ¡Alex, qué bien que estés aquí! Pobrecito, estás empapado.
(Alex levanta la mano enseñando la llave)
LAURA: Te ha debido costar encontrarla.
ALEX: Pues sí. Me caí varias veces en la cueva, y resbalé y caí a un río. La llave estaba introducida en la estalactita, no al lado. Me costó montón sacarla.
ÍKER: ¡Ábrela!
ALEX (Nervioso): ¿Qué habrá dentro? ¡Qué nervios!
ÍKER: Ya la abro yo. Aquí hay…
JULIA: ¡Ayyy, dilo ya! ¡No nos hagas esperar más, por favor!
ÍKER: Vale, vale. Pues hay cuatro botellas de agua, cuatro barritas energéticas, un botiquín, dos mantas, varias cuerdas, calcetines… y muchas cosas más para sobrevivir.
LAURA: Ohhh, un kit de supervivientes.
ALEX: Mirad allí a lo lejos. Es nuestro barco que a la vez lo está remolcando otro distinto. Debemos hacer señas para que nos vean.
JULIA: Ya se acercan.
(Se pusieron muy contentos.)
NARRADOR: Todos se montaron en el barco y llegaron sanos y salvos  a sus casas. Volvieron a enterrar la caja, no la necesitaban, sin embargo podían  naufragar otras personas y sí necesitarla. No debes tener lo que no necesitas, porque seguramente otras personas lo necesitan más que tú.

FIN