Cuenta la leyenda que ya miles de años atrás en ese mismo lugar hubo un combate entre hadas y brujas. Las brujas querían quedarse allí y crear un laboratorio para fabricar sus pociones y apoderarse del mundo entero. Pero las hadas se lo impidieron y además ellas también querían quedarse para poder guardar sus alas de repuesto y llenarlo todo de arcoíris, polvo de hadas, y muchas más cosas de esas que les gustan a ellas. Así que un día los dos bandos se encontraron en el mismo sitio, en un lado se veía como las flores estaban muertas, llovía y estaba todo oscuro, y en el otro se veían nubes de colores, arcoíris y todo era de colores vivos y alegres. En vez de compartir el lugar (que era muy grande), decidieron hacer un combate y quien ganase se quedaba allí para siempre. Cada grupo estaba refugiado en una cueva. Pero no tenían nada que comer ni beber. Estuvieron años y años… Si se daban cuenta todo lo que había hecho no servía para nada. Llevaban demasiado tiempo en las cuevas y no podían salir. Las hadas y las brujas hicieron unos agujeros muy grandes encima de sus cuevas para intentar salir, pero no lo consiguieron. Las hadas tenían las alas mojadas y no podía volar y a las brujas, que digamos, no se les daba muy bien trepar. Ahora se dice que sus espíritus siguen rondando por allí. Y todavía siguen queriendo salir de las cuevas. Cuando hay un fuerte oleaje el agua pasa por los agujeros que ellas crearon e intentan salir para así conseguir hacer lo que quería hacer allí. FIN
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